El final para los autos económicos

 Argentina. Es un dato conocido que Argentina no produce automóviles del segmento A (entrada) ni tampoco los más económicos y desde hace décadas los importa desde Brasil donde fue un sector muy fuerte en ventas motorizador de la industria autopartista y es por eso que dependemos en todo del vecino país cuando se trata de los autos desprovistos de todo.

Ahora, por diversas razones, ese segmento de los coches que no tenían radio, aire acondicionado y en algunos casos ni rueda de auxilio está condenado a desaparecer según una nota  publicada en la revista Autopapo.

Todo comenzó en 1993 cuando Brasil bajó el impuesto a los productos industrializados (IPI) que se cobra sobre todas las ventas o exportaciones, en nuestro país lo llamaríamos “retenciones”.

Ese año el gobierno bajó el IPI al 0,1% a todos los vehículos con motor 1.0 lo que redujo sus precios y las marcas inundaron el mercado con vehículos despojados de equipamiento al punto que ese segmento de entrada se disparó del 15,5% de las ventas en 1992 al 69,8% en 2001.

El gráfico muestra la evolución de los coches económicos en Brasil que pasó del 49,1% en 2003 al 12,7% en 2020. En otras palabras, 3/4 del segmento desapareció.

Pero todo romance tiene un final, y en la actualidad esos modelos, sin radio, sin aire acondicionado, sin levantavidrios eléctricos y ningún airbag perdieron su poder de seducción debido a 3 factores.

1) Caída de ventas

En 2001, los automóviles con motor de 1.000 cm³ alcanzaron su punto máximo, con el 69,8% de las ventas. Luego cayeron al 33,1% en 2016. Es decir, más de la mitad del segmento se desplomó. Fue la tecnología del motor 1.0 turboalimentado la que empezó a equiparar cada vez más a los modelos más grandes y mejor equipados. Hoy en día entran en esta categoría vehículos como VW T-Cross  o Chevrolet Tracker. Está claro, por tanto, que este punto de referencia ya no sirve.

El Fiat Uno motor 1000 fue un éxito en Brasil en la década del 90. VW no se quedó atrás y lanzó un Gol con un motor que le permitía eludir impuestos y le dio un impulso fenomenal a la industria.

2) Poco margen

 Es una tendencia mundial. Los fabricantes consideran que el margen de ganancias de los coches casi desnudos es muy bajo y su pérdida se compensa con el auge de los SUV: De todas maneras, siempre se puede quitarle cosas a modelos existentes y volver al ruedo. Por otro lado muchos modelos no podrán cumplir con los límites de emisión impuestos por la legislación anticontaminación y mucho menos con los equipos de seguridad pasivos y activos. Aunque el Mercosur es más flexible en un año los Isofix, Airbags, ESP y ABS serán obligatorios y ya no tiene sentido armar un auto desprovisto de confort.

3) El precio

 Lo que antes fuera el “gancho” para vender coches económicos ya no lo es. Fabricarlos cuesta casi lo mismo que un auto “normal” por la inclusión de nuevas tecnologías para cumplir con los estándares de seguridad y emisiones. Además, el consumidor manda y exige cada vez más calidad. En 2019 la demanda por aire acondicionado estuvo presente en el 97% de los coches nuevos, la transmisión automática en el 49% y el centro multimedia en el 40%.

 

25.02.2021

https://www.diarionorte.com/202203-el-final-para-los-autos-economicos