Reducir la velocidad también salva vidas

(Editorial) El exceso de velocidad es una de las principales causas de accidentes y muertes en la vía pública y por ese motivo, la Organización de las Naciones Unidas puso en marcha la Semana Mundial de la Seguridad Vial con la campaña #SlowDown, que tiene como objetivo generar conciencia en los conductores de vehículos sobre la importancia de circular más despacio por las calles y las rutas.

La campaña de la ONU, que se extiende hasta este domingo, advierte sobre el importante incremento de las probabilidades de sufrir serios accidentes que tienen quienes conducen a altas velocidades. Los expertos en seguridad vial del organismo internacional observan, en ese sentido, que a partir del momento que se circula por arriba de los 80 kilómetros por hora, cada 15 kilómetros por hora que se aumente la velocidad se duplica el riesgo de muerte. Expresado de otra manera, esto quiere decir que las velocidades más bajas disminuyen el riesgo de un accidente ya que es más probable que, a velocidades por debajo de los 80 kilómetros por hora, y frente a cualquier situación imprevista, el conductor podrá mantener el control total del vehículo y además detectar los peligros con mayor anticipación.

Apelando a un lenguaje más técnico, los expertos señalan que cuanto menor sea la velocidad con la que se circula, menor energía cinética o de movimiento soportará tanto el vehículo como el conductor o los pasajeros. Por lo tanto, en caso de colisión con otro vehículo o con un objeto estático, como un árbol o un muro, se liberará menos energía. Parte de esa energía liberada será absorbida por los objetos implicados en la colisión y parte por el cuerpo humano, causando traumatismos. Pero el cuerpo humano solo es capaz de soportar una determinada cantidad de energía sin sufrir traumatismos graves, por eso es que se llega a una conclusión que parece obvia, pero que muy pocos conductores tienen en cuenta: si el vehículo se desplaza más lento, menor será el daño que se sufrirá en caso de colisión.

Esta Semana Mundial de la Seguridad Vial, que promueve la ONU, deber servir para reflexionar sobre la necesidad de circular a velocidades prudentes, siempre respetando los límites establecidos para cada zona. Se debe tener presente que la velocidad excesiva es uno de los principales factores de riesgo, tanto para los conductores de motos, autos, colectivos como los peatones. Levantar el pie del acelerador, para el caso de los automovilistas, es una medida simple pero eficaz para mejorar la seguridad vial.

La Federación Internacional del Automóvil (FIA) advirtió que para reducir el índice de muertes en accidentes de tránsito es necesario generar un cambio de hábito en la ciudadanía, y propone avanzar sobre tres ejes: realizar campañas de concientización, aplicar un mayor control y sostener las sanciones a los infractores. Al respecto, el titular de esa organización, Pablo Azorín, observó que si bien en nuestro país los límites de velocidad y las normas sobre seguridad vial son adecuados, podrían mejorase e incorporarse nuevos topes. A modo de ejemplo, señaló que países como Ecuador, Paraguay y Uruguay redujeron la velocidad máxima en zonas residenciales a 50 kilómetros por hora, lo que permitió bajar la tasa de siniestralidad vial, de manera que en la Argentina podría aplicarse ese criterio para evitar accidentes. Según la FIA, reducir un 5 por ciento la velocidad promedio puede disminuir los accidentes fatales en un 30 por ciento. Además, está comprobado que un peatón adulto tiene aproximadamente un 20 por ciento de riesgo de morir si es golpeado por un vehículo a 60 kilómetros por hora, pero tiene probabilidades más altas de sobrevivir si el impacto se produce a 30 kilómetros por hora.

Es importante tener claro, antes de empezar la conducción de un vehículo, que más importante que llegar rápido a un lugar, es llegar seguros al destino y sin provocar daños a otros en la vía pública.

13.05.2017
http://www.diarionorte.com/article/151914/reducir-la-velocidad-tambien-salva-vidas