EL SEGUNDO PUENTE CON CORRIENTES ES UNA DEUDA QUE NO SE CUMPLE: SOLO HAY UN ACTA DE BUENOS DESEOS

20-07-14 (diarionorte) En su visita a Resistencia para inaugurar la fábrica de bicicleta de “López Hermanos”, el 18 de julio de 2013 la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, firmó el convenio de financiamiento para el estudio de prefactibilidad de construcción del segundo puente con Corrientes y alternativas intermedias de optimización del transporte automotor.

El convenio cuestión firmado por la presidenta, el gobernador Jorge Capitanich, el ministro Julio De Vido y el entonces candidato a gobernador de Corrientes por el Frente para la Victoria, Carlos Espínola, quedó solo en un acta de buenas intenciones. No pasó de ahí. Nada se sabe del progreso o avance de esa iniciativa.

La espera suele ser larga para algunos automovilistas.

El puente interprovincial Manuel Belgrano está colapsado por el tránsito. El cruce diario de casi 20.000 vehículos entre Resistencia y Corrientes es peligroso y cada tanto se transforma en una odisea cumplir el objetivo de ir hacia la otra orilla del río Paraná o volver hacia esta. Con poco más de 41 años de servicio necesita ser debidamente reacondicionado.

Es poco seguro y nadie controla nada, ni en el Chaco ni en Corrientes. Un ejemplo de ellos son las denominadas cargas peligrosas, como los productos químicos y otros que ni tienen horario ni regulación alguna que debería existir para que en casos de accidentes el impacto del daño sea el menor posible para sus usuarios y la población lindante al mismo.

¿Y AHORA QUÉ?

El segundo puente son solo dos palabras. No hay nada. Ni acuerdo ni voluntad política para avanzar. El punto de arranque debería ser el acuerdo de los gobiernos del Chaco y Corrientes en dónde localizar al viaducto y si será carretero o también ferroviario. Después se tendría que realizar el estudio de factibilidad y su posible impacto ambiental. Y luego un proyecto que pueda financiarse y buscar quien cumpla ese rol.

El gobierno provincial inició contactos con una empresa china que mostró interés inicial y hasta se planteó la posibilidad de vincular al mismo un emprendimiento de generación de energía hidráulica pero después no se dio cuenta de avance ni de retroceso. Todo quedó ahí, al menos públicamente.

Tal vez la visita del presidente chino a la Argentina, Xi Jinping, también deje buenas noticias a los chaqueños. Ayer se reunió la presidenta Cristina Kirchner para firmar convenios de cooperación en el sector financiero y proyectos de infraestructura.

A los experimentados funcionarios de la República Popular China no se puede llegar solo con buenas intenciones sino con algo más sustentable que permita avanzar de la necesidad real a la posibilidad concreta de acordar sobre bases ciertas. Si no se sabe dónde se construirá la obra, cuánto costará, quien financiará y cómo se pagará es porque no hay nada, como hoy ocurre.

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