La reciente difusión de las conclusiones de la encuesta “Los modos de leer de los adolescentes” realizada en todo el país por la Asociación de Diarios del Interior de la República Argentina (Adira), a la cual está asociada NORTE, con el auspicio de Sancor Seguros, aportó valiosos datos para el siempre vigente debate sobre los modos de relacionarse con la lectura que tiene la generación que, desde temprana edad, vive rodeada por las nuevas tecnologías.
Para realizar esta investigación el sondeo tomó una muestra de 2000 alumnos de escuelas secundarias de todo el país, en un amplio trabajo que contó con el invalorable apoyo de asociados de Adira que se sumaron a las tareas de relevamiento. El trabajo partió de la premisa que sostiene que los adolescentes de hoy no leen del mismo modo que los adolescentes del siglo XX, y a partir de ahí una serie de interrogantes permitieron avanzar en la indagación del problema: ¿Qué cambió?, ¿Cómo definen los chicos de hoy quién es lector? ¿El que lee papel? o ¿El que lee en pantallas?. ¿Qué es lo que más leen los adolescentes en la escuela? ¿Y qué prefieren leer ellos cuando lo hacen por placer?. ¿Leen el diario?. Este abanico de preguntas delimitó el campo de trabajo y permitió una aproximación a las prácticas culturales de los adolescentes.
Así, se llegó a la conclusión que los chicos recurren cada vez más a computadoras, tabletas y teléfonos móviles inteligentes para realizar sus tareas escolares, informarse sobre las últimas noticias y para interactuar. Uno de los datos llamativos de la investigación da cuenta que, a pesar de esta fuerte interacción de los adolescentes con estos dispositivos electrónicos, la mayoría de los consultados vincula el concepto de lector con quienes leen en papel. En efecto, a pesar de la fuerte presencia que tiene hoy la lectura a través de las pantallas digitales, ocho de cada diez jóvenes de 15 a 18 años consultados durante el estudio, definieron como ‘lector’ a quien en términos tradicionales todavía recurre a las lecturas en papel. Al respecto, el informe de la encuesta destaca que para los jóvenes leer es leer en papel y por eso el 95 por ciento de los encuestados respondió que en la escuela leen libros y diarios en papel y sólo tres de cada diez respondió que leen páginas web.
Los responsables de la investigación observan que esta definición aportada por los propios adolescentes confirma el peso que conserva la escuela en la formación cultural de los estudiantes, pese al auge de la lectura en pantallas digitales. Sin embargo, cuando se indaga cómo se manejan los chicos cuando son ellos mismos lo que eligen sus lecturas, se observa que siempre ellos se inclinan por leer en pantallas. Otra de las conclusiones a la que se llegó es que los jóvenes leen el diario, pero fundamentalmente en su versión digital. En ese sentido, si bien la mitad de los alumnos encuestados admitió que no lee el diario en papel, prácticamente ninguno deja de leerlo en la versión digital. También llamó la atención que siete de cada diez adolescentes consultados señalaron que dedican menos de 15 minutos a leer las noticias, lo que plantea todo un desafío a quienes trabajan en la elaboración de contenidos. Como bien señala el informe, se trata de una lectura superficial que tiene sus efectos negativos, pues siete de cada diez jóvenes admitieron que recurren a una sola página web y no aprovechan la posibilidad que ofrece internet de comparar, relacionar y chequear la información en distintos sitios web. En este punto, imposible no hacer referencia al problema que representa la gran cantidad de sitios con información falsa que circula por la red, y que contrasta con el plus que ofrecen los periódicos serios de todo el país que se esmeran por garantizar la veracidad y confiabilidad de los contenidos que brindan a sus lectores. “El manejo de información es todavía pobre y limitado en internet y no fomenta el espíritu crítico”, observó la coordinadora de la encuesta, Roxana Morduchowicz.
Resulta interesante también la definición que brindó el secretario de ADIRA, Fernando Cuello, cuando señaló que “hoy la fractura está entre el diario de papel y la pantalla digital, y el desafío es superar esa fractura”. Esto da pie para proponer que en las escuelas se promueva el hábito de la lectura de periódicos, se haga hincapié en la lectura crítica de los mensajes y se ofrezca también a los alumnos un método para chequear la información que reciben.
30.09.2017
http://www.diarionorte.com/article/157733/los-jovenes-y-sus-habitos-de-lectura
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