09-08-14 (LaVoz) Es una iniciativa que crece en el
mundo. Se trata de aprovechar la ocupación del viaje y dividir gastos. Es legal
siempre y cuando no haya lucro por parte del dueño del vehículo.
Origen. La idea del auto compartido nació en
EE.UU., con los carriles para vehículos de alta ocupación.
Si una persona “X” quiere ir de un punto “A” a un
punto “B”, pero no tiene o no quiere usar su auto, y una persona “Y” va a hacer
el mismo recorrido sola en su vehículo, ¿por qué “X” e “Y” no se ponen de
acuerdo y comparten el viaje y los gastos? Con esa lógica funciona el
carpooling.
El carpooling es el término en inglés para el
sencillo “compartir el auto”, una iniciativa fácil de implementar que, si
creciera, produciría un impacto en el tránsito ya que dos personas en un auto
es menos que dos autos que transportan dos personas. La mecánica es sencilla:
se dividen los gastos de combustible más los peajes, y listo.
Ese punto es importante, ya que si el que dispone
del vehículo lo hace con fines de lucro, ya entra en conflicto con la
legislación desde varios puntos: primero, las compañías de seguro no cubren el
siniestro con una póliza particular y además se convierte en un medio de
transporte ilegal.
La promoción del uso compartido del auto tiene sus
años, y se origina en la implementación de carriles para vehículos de alta
ocupación en Estados Unidos, hacia finales de la década de 1970. Esas vías
selectivas llevan menos tránsito, con una tarifa de peaje diferenciada.
http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/compartir-el-auto-una-alternativa-para-reducir-el-transito