El mal uso de las banquinas

08.12.2016 | diarionorte |

El mal uso de las banquinas es un factor de riesgo en la Seguridad Vial que en nuestra región no tiene demasiada incidencia excepto en los pocos kilómetros de autovía que tiene, sobre todo, la provincia del Chaco.

Es un tema que hay que abordar con seriedad y tiempo a medida que avanzan las obras de autovías en la región y sobre todo controlar en el acceso al puente Interprovincial donde las banquinas son malinterpretadas como sendas exclusivas para motocicletas.

En ciudades donde las autopistas permiten conectar zonas opuestas o recorrer largas distancias el mal uso de las banquinas se volvió un tema de estudio para organismos como el Observatorio Vial Latinoamericano que dedicaron tiempo y esfuerzo a analizar un sector de la avenida General Paz, en Capital Federal a través de filmaciones realizadas frente a Tecnópolis con sentido al Río de la Plata y en avenida General Paz y avenida San Martín con sentido al Riachuelo. En primer lugar se determinó que la circulación promedio de vehículos (de todo tipo) fue de 9100 unidades entre las 7:30 y 8:30 hs a la altura de Tecnópolis con sentido al Río de la Plata y de casi 9400 unidades entre la 17:30 y las 18:30 hs a la altura de la avenida San Martín con sentido al Riachuelo. Luego se contabilizaron la cantidad de mujeres y hombres que conducían los vehículos particulares. Esta observación arrojó que un 19,9% de los conductores eran mujeres y un 80,1% hombres. Por lo tanto uno de cada cinco vehículos es conducido en horario pico por la Avenida General Paz por una mujer.

La banquina mal usada

Nuestra autovía Nicolás Avellaneda muestra el mal uso de las banquinas en horarios y días muy específicos pero el fenómeno se va multiplicando y también los riesgos.

La Ley 24449 en su artículo 5 inciso f) define a la banquina como “la zona de la vía contigua a una calzada pavimentada, de un ancho de hasta tres metros, si no está delimitada”. Mientras que en el artículo 42, que habla sobre cómo debe realizarse el adelantamiento a otro vehículo, dice: “El adelantamiento a otro vehículo debe hacerse por la izquierda”, esto implica que no se puede sobrepasar por la banquina. La cantidad de vehículos que circularon por la banquina en horas de la mañana fue en promedio de 952 unidades/hora (10,5% del total) lo que significa que algo más de uno de cada 10 vehículos circulaban en forma indebida , siendo los vehículos particulares los que más utilizaron esa zona de la vía con un 63,9%, seguidos por las motos con un 22,9%. El restante 13,2% se dividió entre camionetas, utilitarios pequeños y grandes, transportes privados de personas, camiones, taxis, ambulancias, vehículos oficiales o de seguridad y colectivos. Un aspecto llamativo fue que “las conductoras” de vehículos particulares usuarias de las banquinas fueron el 13,8%, o lo que es casi lo mismo, uno de cada siete vehículos particulares que avanzaba por la banquina estaba manejado por una mujer.

Aspecto sociológico

El típico conductor apurado que comienza a pasar vehículos por la banquina de autovías o autopistas se expone a quedar encerrado por una alcantarilla o un accidente por delante.

Una parte del extenso análisis de OVILAM sobre el fenómeno del mal uso de las banquinas trata sobre el aspecto más humano del problema. Tal vez este punto sea el más interesante de evaluar y el más complejo de resolver. Cuando se le preguntó a algunos conductores los motivos por los que circulaban por la banquina las respuestas fueron tales como:

-Si es un carril más, ¿por qué no voy a usarlo?

Estoy apurado y voy por donde puedo.

Si nadie controla aprovecho y voy por la banquina

¿Qué? ¿Sos policía que me preguntás eso?

La banquina está para usarla, todos lo hacen.

Esto demuestra por un lado la falta de conocimiento de la ley de tránsito y por el otro lado aflora claramente el sentimiento de “impunidad”. Nadie controla. Nadie castiga. Es la ley de la selva. Otro tipo de reacción observada fue la agresiva pero en dos aspectos distintos. La primera es la agresión entre los usuarios de las banquinas, principalmente motociclistas, que insultan y les tocan bocina a los vehículos que no avanzan más rápidamente por esa zona prohibida y la segunda es la de los “conductores justicieros” que se sienten avasallados al verse superados ilegalmente e impiden el avance de quienes circulan por la banquina. Esto último muchas veces termina en insultos, roces de vehículos e inclusive intentos de agresión física.

El avance de la construcción de autovías con banquinas asfaltadas en nuestra zona hace que valga la pena tomar conciencia de aspectos como este del uso de las banquinas para evitar desgracias que se dan frencuentemente en ciudades como Córdoba o Capital Federal donde a diario se producen siniestros que involucran a conductores que utilizan la banquina y se encuentran con vehículos detenidos por problemas mecánicos.

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