Animales sueltos en las rutas multiplican riesgos y desnudan problemática sin solución

La presencia de animales sueltos en las rutas del interior provin­cial dispara los riesgos poten­ciales de accidentes y siguen reflejando una problemática persistente desde hace años pero que a pesar de ello se ha vuelto crónica y el cuadro de situación actual demuestra que lejos está de alcanzarse una solución. El tema fue expuesto en innumerables oportunidades por NORTE por la alta peligro­sidad que significa la presencia de animales en las rutas, que provocó la pérdida de vidas a causa de esta cuestión, pero lo cierto y concreto es que a pesar de las exposiciones públicas de la problemática nada ha cambiado.

La historia señala una innu­merable cantidad de casos de accidentes por esta causa, muchos de ellos con conse­cuencias trágicas, dato. La persistencia en estos días de un complejo panorama denota la falta de estrategias efectivas para terminar con otro de los grandes factores de riesgo que deben asumir los conductores a la hora de salir a la ruta. Uno de los puntos centrales es la irres­ponsabilidad o negligencia de los propietarios de los animales a quienes evidentemente poco les importa el riesgo que esto representa para terceros.

En otras ocasiones, la falta de señalización en tramos considerados críticos de las rutas se suma a que muchos propietarios, por diversas cues­tiones, entre ellas la falta de medidas de seguridad para evitar la salida de los predios de los animales, generan una situación de conflicto a resolver por terceros que terminan su­friendo daños materiales en sus automóviles o consecuencias a raíz de colisiones u otro tipo de incidentes viales.

Zona de alto riesgo

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Si bien la ruta 16 en distintos tramos históricamente se ha convertido en una trampa en materia de presencia de ani­males y accidentes, en especial el que va de Presidencia de la Plaza a esta ciudad, ha mostra­do en el último tiempo una gran presencia de animales sobre la cinta asfáltica y provocó varios siniestros.

En el período que va desde el 3 de agosto pasado al 13 del corriente, es decir los primeros días de esta semana que se fue, en distintos operativos de unidades policiales del interior se secuestraron un total de 26 animales sueltos en las rutas de la zona. Esto demuestra la gravedad de una situación que transcurrido un largo tiempo, no tiene solución.

La situación más crítica se denota en la ruta 16, entre Plaza y Napenay, en el que en ese lapso de tiempo se se­cuestraron 18 animales en total. Hace un par de días, esto tuvo al mismo intendente de Villa Berthet como protagonista de un accidente

Otro de los puntos críticos es la ruta 95, donde fueron secuestrados 6, divididos entre el acceso de calle 51 y la zona rural de Bajo Hondo Chico. Pero no solo eso, también en el casco urbano de la ciudad se llevaron adelante secuestros. Es común en determinadas zonas ver equinos sueltos. Esta vez la detección y secuestro se produjeron en los barrios Matadero y Ramseyer.

Entre la irresponsabilidad y la falta de control

La incidencia de este tipo de factores en la inseguridad vial que se vive en las rutas de la provincia a su vez combina la irresponsabilidad y la falta de control preventivo en las rutas. El primero está relacionado con la falta de cuidado de los propietarios de los animales, que no toman los recaudos o medidas de seguridad necesa­rias para evitar que estos logren salir de los campos y ganen los caminos vecinales o terminen llegando a las rutas, donde provocan accidentes.

Respecto del segundo punto, la falta de control es una cons­tante en las distintas rutas de la provincia, que se profundiza aún más en los tramos que no están concesionados que representan la mayoría en todo el territorio.

La falta de presencia de Vialidad Nacional, que es responsable de las rutas na­cionales, o de su par provincial, cuya jurisdicción comprende a las rutas provinciales, más la falta de presencia de recorridas de la fuerza policial en cada una de las jurisdicciones, por diversos factores, aumentan el riesgo de la ocurrencia de accidentes de tránsito en las distintas carreteras.

A ello, también hay que agre­garle que muchas veces fallas en el factor humano o mecánico también aparecen entre otras de los factores de incidencia que conjugados generan in­numerables siniestros viales de variada consecuencia que van desde los daños materia­les hasta la pérdida de vidas humanas.

El dueño es el responsable

Si bien la responsabilidad de que existan animales en las rutas es del dueño del campo al no guardar el recaudo suficiente para que éstos no se escapen, pocas veces se penaliza. Puede ocurrir que el animal aparezca sin la marca respectiva siendo ésta arrancada instantes antes de iniciar la in­vestigación. Existen trabajos muy interesantes respecto a mejorar la visibilidad de los animales en el caso de que estos rompan el cerco perimetral de los campos.

Una de las formas de prevenir es tratar de colocarles una cinta reflectiva en el cuello o en la cola. De esta forma, en el caso de que estén pastando sobre la ruta, podrían ser mejor vistos por los conductores; cabe destacar que lamentablemente esta idea ha tenido muy poca repercusión entre los criadores de ganado.

18.09.2017
http://www.diarionorte.com/article/157265/animales-sueltos-en-las-rutas-multiplican-riesgos-y-desnudan-problematica-sin-solucion