Cómo no esperar a que se den más accidentes, más choques, más muertes en las rutas argentinas. Nuestra región, como otras en el país, tiene a la inseguridad vial como drama de todos los días. No importa la fecha, el caudal de vehículos circulando, la hora: todo el tiempo, estamos en peligro.
En peligro, porque nadie nos cuida. Es una tragedia cultural que nos va matando de a poco, a manos de asesinos en potencia como este camionero y por policías desinteresados, sin educación, que no hacen nada. El Estado ausente, se suma a este combo del horror.
La escena fue registrada en la siesta de este domingo 14 de agosto. Ruta 11, cerca de uno de los accesos a la ciudad de Formosa, y a unos 200 metros de un control policial de esos donde los agentes sólo ven lo que quieren ver. El camionero se había bajado a una estación de servicio y volvía a subirse al camión a continuar su viaje. En la mano lleva dos latas de cerveza, de las medio litro, marca Quilmes. La cámara se encendió a la espera de que ocurra lo peor, lo que se ve en las fotos como resultado final.
El camionero, sin que no le importe nada ni nadie, bebe cerveza mientras regresa a tomar camino por la transitada ruta nacional; esto seguramente ocurre en cualquier momento, pero no está de más agregar que había un importante tránsito, propio del fin de semana largo.
Un trago y a la ruta: el camionero
se convierte en un asesino potencial.
El acoplado, cuya patente FWJ 025 pudo quedar registrada en una de las fotografías, está radicado en la provincia de Neuquén, de acuerdo a información del Registro del Automotor. ¿Será que desde la Patagonia llegó hasta el norte del país haciendo esto?
Luego de tomar las imágenes, incluyendo la principal que lo muestra en el fatal momento bebiendo alcohol, el autor de las fotos salió de la estación de servicio de la linea ESSO y se acercó al cercano puesto policial. Allí, una mujer policía simuló interés unos segundos, mientras miraba el camión señalado que muy cerca regresaba a la ruta.
El diálogo fue breve, frustrante, lamentable:
-Disculpe, ¿ve ese camión blanco, con el acoplado? El camionero está tomando cerveza.
-¿Cerveza?
-Sí.
-¿Ese que está ahí, el que se va?
-Sí.
-Se debe ir para el norte....
-Sí, debe ser... es ese que se está yendo.
-Bueno, gracias, ahora voy a avisar cuando regresen... (señalando una casilla vacía)
El denunciante, y autor de las fotos, siguió su rumbo, adentrándose en las peligrosas rutas argentinas. Más tarde, camino al Chaco, lo detendrían otros policías y gendarmes varias veces para pedirle las documentaciones que se deben llevar. Ya no insistiría en la advertencia de aquel camionero borracho que quién sabe dónde estaría en esos momentos.
El camión en todo su esplendor, fotografiado desde
la estación, antes de volver a la ruta.
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