El accidente fue en 2006 entre un camión y un micro en el que murieron 12 personas, entre ellas nueve estudiantes secundarios, y la decisión generó lógico malestar entre los familiares de la víctimas.
La Corte Suprema de Justicia de Santa Fe decretó la prescripción de la causa por la tragedia del Colegio Ecos, el accidente ocurrido en 2006 entre un camión y un micro en el que murieron 12 personas, entres ellas nueve estudiantes secundarios, y la decisión generó malestar entre los familiares de la víctimas.
"No podemos creer la irresponsabilidad de los jueces y los ministros de la Corte Suprema (provincial). La prescripción se produjo por las fallas judiciales", expresó Sergio Kohen, padre de uno de los estudiantes fallecidos.
En tanto, Sergio Levin, padre de otro de los adolescentes fallecidos e impulsor de la ONG Conduciendo a Conciencia dijo: "Luego de diez años, nadie chocó, nadie tomó alcohol, nadie condujo mal pero murieron nueve chicos y una docente".
Levin fue el que alertó sobre la última decisión judicial: "La Corte Suprema de Santa Fe no da lugar a la apelación de las familias de las víctimas del colectivo de Ecos. La causa prescribió definitivamente".
La prescripción de la causa ya había sido determinada en primera instancia por la Cámara Penal de Rafaela en mayo del año pasado. El siniestro ocurrió el 9 de octubre de 2006 cuando el micro en el que viajaban los alumnos del Colegio Ecos, del barrio porteño de Villa Crespo, chocó contra un camión que estaba fuera de control en la ruta nacional 11, cerca de la localidad de Margaritas, a 200 kilómetros de la ciudad de Santa Fe.
El accidente le costó la vida a nueve estudiantes, una docente, el camionero y su acompañante. Los jóvenes regresaban de la provincia de Chaco, adonde habían viajado para realizar tareas solidarias en una escuela rural. Pericias posteriores revelaron que tanto el camionero como el acompañante, que murieron en el acto, se encontraban alcoholizados. Además de las doce víctimas fatales, el choque terminó con un saldo de 40 heridos.
En julio de 2013, el conductor del ómnibus donde viajaban los estudiantes, Oscar Atamañuk, fue condenado por la Justicia de Reconquista a la pena de dos años y seis meses de prisión de ejecución condicional e inhabilitación especial para conducir vehículos durante cinco años, por los delitos de homicidio culposo múltiple agravado y lesiones culposas agravadas en concurso ideal.
No obstante, la sentencia no quedó firme y el año pasado la Cámara de Rafaela determinó la prescripción del caso, mientras que esta semana esa decisión fue ratificada por la Corte provincial.
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