Conferencia en FECHACO
04-06-14 (diariochaco) La Federación Económica del
Chaco organizó una charla con Francisco Ottaviano, vice presidente de la
Fundación Metas Siglo XXI en la sede del organismo, por requerimiento de ACARA.
Se trata de una campaña para impulsar el proyecto de ley que espera su aprobación
desde 1998.
“El proyecto donado por un conjunto de ingenieros y
técnicos argentinos que lo desarrollaron en plena época menemista, y estaba
focalizado en ese momento sobre la transformación de la red troncal de
carreteras en una red federal de autopistas”, señaló Ottaviano. Más adelante se
agregó la propuesta de un Plan Maestro Ferroviario y todos los años hay
legisladores que "no lo dejan dormir".
La iniciativa sostenida por Metas Siglo XXI y
apoyada activamente por la Asociación de Concesionarios de Automotores de la
República Argentina (ACARA), lanzó una campaña para juntar firmas por distintos
medios y peticionar al Congreso de la Nación la aprobación del proyecto que
incluye estos ítems, así como la creación de un Sistema Multimodal Motropolitano
de Buenos Aires. Se puede votar on line en autopistasinteligentes.org.
Ottaviano reconoce que mientras en todo el mundo
hubo una reducción de las redes ferroviarias, en Argentina hubo un
desmantelamiento “sin ton ni son”.
“Hoy, por la logística del transporte mundial que
ha cambiado tanto por el imperio de los refrigerados, el abastecimiento de las
góndolas en forma inmediata, eso prácticamente hace que el transporte automotor
tenga mucha más versatilidad para ir a los grandes centros productores, cargar
en camiones refrigerados y llegar a la góndola, y evita también la doble carga
que se tiene cuando se concentra, como era el típico caso del ferrocarril, que
concentraba la producción en grandes centros, y desde ahí volvía a cargar en
otros ferrocarriles”.
“Esa logística cambió con los productos
refrigerados, las conservas. Hoy hay que tener una economía ensamblada, como
pasó en todo el mundo. Una red de transporte automotor eficiente, segura; la
troncal sobre todo, en sinergia con un transporte ferroviario, también siglo
XXI, con la logística más moderna, que es lo que se debió haber implementado en
Argentina. No se hizo y no tenemos en esta materia un plan maestro ferroviario,
serio”.
Desde la fundación afirman que los impuestos
generados por la red de autopistas se destinarán a rehabilitar los
ferrocarriles nacionales en base a un Plan Maestro, para evitar
improvisaciones.
“El país debería tener por lo menos hoy 15 mil
kilómetros de vías férreas de trocha unificada, en perfecto estado. Con una red
así después la demanda misma va direccionando qué se hace con eso; el que
quiera tener el riesgo de decir 'Yo monto un servicio de transporte de
pasajeros Bariloche-Buenos Aires durante todo el invierno, en verano eso mismo
lo traslado a otra región'; con la red principal con una flota unificada, el
riesgo corre por parte del prestador del servicio, pero el Estado le está dando
la logística y le está marcando también a qué puntos tienen que llegar
obligatoriamente porque es una necesidad nacional, y cuánto va a costar”.
“Lo que es inviable en estos tiempos es que el
Estado asuma la responsabilidad de endeudamiento fenomenal para tener una
contraprestación inadecuada. El riesgo de la prestación lo asume el sector
privado”.
“A título de ejemplo, en el tema aeronáutico
nuestro país está absolutamente huérfano de aeropuertos internacionales. Ni
siquiera hay aeropuertos operables. El país tendría que tener una red federal
de aeropuertos para vuelos domésticos y en algunos puntos para vuelos
internacionales, y después determinar la 'libertad de cielos': el Estado pone
la red federal, ahora digan ustedes qué rutas van a hacer, cuáles van a hacer,
qué precios y tarifas van a cobrar, y yo -el Estado- los voy a direccionar en
lo que sea negocio, porque si no es negocio a nadie le va a interesar. Así se
irán armando las redes regionales en diferentes puntos del país y hay una
interconexión completa. Pero todo ese servicio no tiene por qué estar el Estado
asumiendo los riesgos. Sí tiene que decir, como en los servicios de correos y
los telefónicos: señores prestadores de servicios, ustedes tienen además de
esto la obligación de llegar a esta región que es poco rentable, y ahí sí el
Estado tiene la obligación de subsidiar”.
AUTOPISTAS
El proyecto propone la consolidación de una red de
13.500 kilómetros que unirá “todo con todo”: capitales de provincia, centros
turísticos, puertos de ultramar, países limítrofes. Además aseguran que las
autopistas “cuidan y preservan tu vida”. Con calzadas desdobladas con cantero
central y guardarrieles no habría más choques frontales, que son la causa del
66% de las muertes en ruta. Con cruces a distinto nivel se terminarían los
choques con trenes u otros vehículos; con curvas suaves se acabaría con los
vuelcos en curvas peligrosas; con banquinas pavimentadas se ahorrarían miles de
muertes por morder la banquina; alambrando las autopistas se terminaría con los
animales sueltos en las rutas; realizando circunvalaciones urbanas se
terminaría con la irrupción del tránsito pasante en los cascos urbanos, y con
la radarización y detectores de niebla y hielo conectados a centros de contrl
de tráfico se podría monitorear en tiempo real el estado del camino para
advertir riesgos y sancionar infracciones. En síntesis, aseguran, esto evita 7
de cada 8 muertes de este tipo, ya que como asegura el máximo referente de la
ingeniería vial argentina, “el camino ideal no tiene ningún cartel de peligro,
porque todos los peligros previsibles fueron eliminados por la ingeniería
vial”.
Pero, ¿cómo sostener todo esto? Según Ottaviano,
“las autopistas o el transporte vial tienen capacidad de financiamiento propio,
separado de la partida presupuestaria, que es la gran autoclave que esteriliza
todos los proyectos de ordenamiento vial del país. En este momento estamos pagando
por cada litro de combustible la mitad en impuestos, originariamente creados
para la construcción de carreteras, que hoy entran a Rentas Generales, se
diluyen y se dilapidan. Si se 'encripta' una ínfima porción de ese impuesto al
combustible que hoy es de la mitad, y se aplica a la construcción de carreteras
asegurando un flujo de largo plazo para que las empresas puedan hoy construir
con su plata y a su riesgo tantos kilómetros de carretera, y a partir de ese
momento tienen garantizado y asegurado que van a recibir un flujo de centavos
de pesos sobre el litro de combustible, que además, como ya lo venimos pagando
desde hace tanto tiempo a cambio de nada, se deduce del actual impuesto.
Entonces se transforma un impuesto anticipado, a cuenta de algo que se promete
y que después va a parar a cualquier lado, en una tasa retributiva de un
servicio disponible, como se paga el teléfono o la luz, con la factura a fin de
mes”.
“Todo lo que se paga en concepto de tasa de
combustible que lleva incluido lo que sería la tasa del IVA, todo ese bloque de
fondos se destina directamente a la rehabilitación de la red. Entonces el
Estado Nacional posibilita que recursos que todos los usuarios pagamos, se
vuelquen y posibiliten en el largo plazo pagar las obras”.
A esto habría que sumar que según sus cálculos, los
costos de fletes en general se reducirían en un 20%, y los tiempos de los
viajes, en un 30.
“La gran preocupación de los inversores de largo
plazo que hay en el mundo y de las empresas constructoras de gran escala es
asegurarse el repago de largo plazo. Porque el financiamiento del corto plazo,
cuando está asegurado el flujo de largo, está. Hoy los bancos argentinos no
saben qué hacer con el dinero. No hay préstamos hipotecarios, no van a prestar
a largo plazo, pero si hay reasegurado el flujo de fondos que viene y que en
veinte años les permite financiar un proyecto extraordinario como estas redes,
o una red de agua y cloacas para toda la población, es diferente. Son carencias
básicas que se resuelven todas con recursos nacionales, que emplean mano de
obra de baja, media y alta calificación, y resuelve dos o tres problemas
juntos: se equipa el territorio con una infraestructura imprescindible, se da
trabajo a la gente y se reactiva la economía con recursos genuinos”.
Desde la fundación saben que se puede construir un
país mejor: con una red troncal de autopistas se podría llegar a todos los
rincones del país “a flujo libre”, viajando dentro de un “bosque lineal” de 200
mil hectáreas con 12 millones de árboles. “Verdaderas autopistas-parque que
preservarán el equilibrio ecológico”.
Los 65 millones de personas que actualmente viajan
por año en ómnibus de larga distancia, gracias a las autopistas irían 8 veces
más seguros, 30% más rápido, disfrutando de un viaje placentero, sin
sobresaltos ni estrés. Y todo esto, “libres de peaje”.
“Estamos trabajando con un enorme grado de
irracionalidad, de improvisación y de cortoplacismo, y nos hemos olvidado de
pensar en el largo plazo. Hoy le cuesta a un candidato que se postule presentar
proyecto de gran escala. Tienen temor de decir 'voy a transformar 15 mil
kilómetros de la red troncal de carreteras en una red de autopistas
inteligentes'. ¿La Argentina cómo hizo para construir la red de ferrocarriles
cuando no tenía un mango, cuando era un país desértico, cuando tendía redes a
la nada? ¿Cómo llegaron los gringos a Sáenz Peña, a Resistencia? Y ese
ferrocarril, ¿a cuánta gente iba a transportar? ¿qué producción iba a
transportar? No se sabía. Pero si hay un proyecto integral que atraviese
gobiernos, esa es la democracia: que se puedan implementar políticas de Estado
que las sucesivas administraciones las vayan ejecutando”, sostiene Ottaviano.
“¿Es posible discutir la necesidad de tener
carreteras más seguras y eficientes? ¿Es ideológico, es político? No. ¿Es
posible discutir que sea necesario que la totalidad de las poblaciones urbanas
tenga agua y cloacas? No es de izquierda o derecha. Sobre esa base de proyectos
es donde se puede llegar a nuclear voluntades que respeten y ejecuten en el
largo plazo las obras. Chile y Uruguay son ejemplos, más allá del partido
Blanco o Colorado”.
“El proyecto está en Diputados. Lo que hemos
conseguido con esta 'presión' (las conferencias a lo largo y ancho del país,
las campañas de firmas) es que siempre haya un diputado que cuando el proyecto
esté a punto de perder estado parlamentario lo vuelve a presentar, lo actualiza
y lo mantiene. Porque pensamos que en algún momento va a haber una coyuntura en
que se va a dar. Hoy parecería que no hay candidato presidencial que no nos
haya ya llamado y no se haya interiorizado sobre este proyecto integral del
transporte. Es una especie de consenso”.
Ottaviano asegura que con el trabajo en las redes
sociales y desde la página web, aspiran a llegar a entre 450 o 500 mil votos en
la próxima etapa, y a 1 millón a fin de año, lo que no es poco para pararse
frente a los legisladores y pedirles que debatan la iniciativa.
“Una cosa es la óptica desde Buenos Aires para
mirar el país, pero la gente que padece la Ruta 3, que padece la Ruta 5, que
una noche se pierde una generación de estudiantes completa en los choques
frontales, que son los más terribles, en una carretera de 6,70 metros de ancho,
más angosta que un arco de fútbol, cruces a nivel, curvas peligrosas. La ruta
sola se autoincrimina”.
“Pero se puede: no hay país más fácil que la
República Argentina para integrar todo el territorio. Por la décima parte de lo
que costó hacer estas obras en Alemania, en Italia, en Francia, donde salís de
un viaducto y te metés en un túnel, la Argentina equipa todo el país”.
“Hay algo que hay que tener muy presente: los
argentinos aportamos entre todos; nuestro Estado nacional recauda $100 millones
por día hábil (200 días hábiles son $20 mil millones); ese es el gran flujo que
bulle en el país. ¿A dónde van? ¿Se refleja en algo grande que el país haga,
que derrote el desempleo, la crisis social, el hambre, la miseria? Por momentos
sí, por momentos no, pero en el fondo: no”.
“De ese flujo fenomenal se 'encripta' un 10 por
ciento en el largo plazo, como reaseguro de repago, y se transforma la
República Argentina”.
“La premisa: primero la obra, después el pago.
Salgamos de este esquema perverso, que empiezo la ruta, después me das un
anticipo del 20 por ciento, después te pido mayores costos por tal o cual
motivo. Ganá plata, no quiero donaciones. Este proyecto tiene una enorme
contracara de lo que fueron las privatizaciones, esta red federal de autopistas
es propiedad del Estado nacional, su patrimonio desde ahora y para siempre; el
concesionario privado con su plata construye para el Estado nacional; él lo que
va a hacer es operarla, pero no sólo con el criterio utilitario, sino con un
enorme compromiso, garantizada con avales bancarios de lo que va a ser el
mantenimiento de la ruta y lo que va a asegurar la asistencia y la logística
que hace a la seguridad. Todo está previsto en la ley”.
“Pedile garantías reales, hacé que construya
primero la obra y cuando la habilites, examines que tenga la calidad de ruta
exacta, la cantidad de hormigón, el espesor, la base, todo; y haber si quien la
tiene que operar 15 o 20 años a su costo cómo la va a hacer: la va a hacer
impecable. Lo contrario es una economía mal entendida”.
Voley Club Unión Progresista - Villa Angela, Chaco. Participando del Torneo Voley Centro República que se llevó a cabo en fines mayo/junio 2014, en Devoto, Prov. Córdoba.